Friday, August 10, 2012

PEDRO CORZO: Cubanos abandonados en Siria


 

 Bashar Assad
Bashar Assad
FRANCOIS MORI / AP
Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, votaron contra una resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas que condenó al régimen sirio por violar los derechos humanos, usar armas pesadas y bombardear ciudades.
Los gobiernos de los países que se opusieron esgrimieron el argumento de que la propuesta no estaba equilibrada y era una injerencia en los asuntos internos sirios, un pretexto baladí cuando procede de regímenes que usan todos los recursos a su alcance para promover el despotismo.

La solidaridad entre los déspotas es una regla. Recordemos que en su momento la dictadura militar argentina y la cubana, más allá de las diferencias ideológicas, fueron capaces de aliarse para defender sus intereses.
Con los sirios la relación es más firme y natural. En Cuba y Siria rigen dictaduras dinásticas. Fidel Castro en 1973, durante la guerra del Yom Kippur envió a Siria una brigada de tanquistas para apoyar a Hafez Al Assad contra Israel.
Cuando el dictador Assad murió, Cuba decretó cinco días de duelo. En el 2001, en uno de los últimos viajes de Castro al Medio Oriente, visitó a Siria para conocer al sucesor, quien en el 2010 viajó a la isla para renovar la amistad con el gobierno de Raúl Castro, otro heredero.La voz cantante contra la propuesta contra Siria en Naciones Unidas la llevó Cuba por medio de su embajador, Pedro Núñez Mosquera, quien dijo entre otras cosas: “Necesitamos el cese de todos los actos de violencia, de las masacres y también de los actos terroristas que se cobran vidas inocentes en Siria, por lo que se necesita detener la transferencia de armas y dinero a los grupos insurgentes’’. De la prensa dijo, “el emporio mediático occidental que cubre el conflicto en Siria…con propósitos políticos que incitan a un brutal baño de sangre’’.
Abdullah al Mualimi, a nombre de todos los países árabes representados en Naciones Unidas fue quien hizo la propuesta a la Asamblea General, por lo que con su voto negativo la dictadura isleña arriesga sus buenas relaciones con la mayor parte del mundo árabe y musulmán, ya que respaldó un régimen que solo contó en la Asamblea con el apoyo de 12 países, ninguno de ellos árabe.
Pero lo doloroso es que mientras la dictadura de Raúl Castro apoya a su par sirio Bashar al Assad, decenas de ciudadanos cubanos residentes en Siria claman por la ayuda del gobierno de La Habana para poder salir de un país donde la consecuencia de una guerra brutal les obliga a vivir en una permanente inseguridad y con el riesgo de perder la vida.
Antes que el gobierno de Cuba retirara a la mayoría de sus representantes diplomáticos y consulares, hay medios que afirman que a todos, un número importante de cubanos, particularmente mujeres y sus hijos, se comunicaron con diplomáticos de La Habana pidiendo ayuda para salir del país, refugio, o al menos algún tipo de sostén económico para paliar las dificultades diarias.
Muchos son los testimonios de cubanos residentes en el país árabe que describen aterrorizados lo que viven y claman por ayuda para resolver sus problemas. Ellos no hablan de política, simplemente quieren vivir y temen que la guerra termine con sus vidas o la de los suyos. Ya no hablan de dificultades económicas porque desde hace tiempo están en el más bajo nivel de sobrevivencia. No tienen trabajo, muchos han perdido sus viviendas y habitan en precarios refugios.
Lo que algunos tontos útiles consideran la Meca de la Solidaridad están ciegos y sordos ante el reclamo de Samir, de 21 años, hijo de una cubana y un sirio que expresa, “me comuniqué con la embajada varias veces, solo recibí consejos y cuando lo hice con medios de prensa el cónsul se comunicó conmigo y me maltrató… hoy hablé con una cubana que su casa fue destruida por una bomba, tuvo que abandonarla con sus cuatro hijas, la ciudad en que está es muy peligrosa’’.
María de Camagüey dice: “hemos pedido ayuda y nadie nos quiere dar una mano y si la embajada cubana nos da la espalda, qué podemos esperar de otras personas’’.
Muchos son los testimonios. Los pueden encontrar en las páginas Web de Radio Martí en trabajos de Idolidia Darias, en Diario de Cuba y otros medios, así que los que quieran seguir sin ver ni escuchar la crueldad del castrismo, que no visiten esas páginas.

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