Hoy se puede confirmar que el
Gobierno de Enrique Peña Nieto pactará una alianza política, legislativa
y de gobierno -entre PRI y PAN-, lo que supone que se podrían hacer
realidad las reformas que, por más de una década, no concretaron los
gobiernos del PAN.
¿Por qué la certeza de esa alianza?
Primero, porque el PRI nos se fracturó, como muchos apostaban, y porque
el reparto de cuotas y posiciones -luego del 1 de julio-, se llevó a
cabo confirme lo acordado por Peña Nieto y Beltrones.
Por eso, en cuestión de horas -y con el apoyo de todo el PRI-, serán
jefes parlamentarios, Manlio Fabio Beltrones –que será el coordinador
del PRI en SanLázaro-, y Emilio Gamboa, que será coordinador de los
senadores tricolores. ¿Y qué significa qué Beltrones y Gamboa sean jefes
del PRI en el Congreso?
Elemental, que el PRI no sólo caminará como eficiente maquinaria de
relojería Suiza, sino que las bancadas del tricolor serán jefaturadas
por uno de los grupos políticos más experimentados en dialogar,
negociar, pactar, acordar y construir proyectos legislativos. Y ese
grupo lo encabezan los señores Beltrones y Gamboa. Y si existen dudas,
van templos de lo anterior.
Resulta que las reformas electorales que soportaron la elección federal
del pasado 1 de julio –y que en muchos aspectos fue todo un éxito, más
allá de la mentira de que hubo fraude-, fueronpreparadas y empujadas por
Beltrones y Gamboa. Además, vale recordar que la reforma política que
hoy entrará en vigor -en el Diario Oficial-, fue empujada, sobre todo,
por Manlio Fabio Beltrones.
Y es que son tales la habilidad y el "colmillo" político de Beltrones y
Gamboa, que son capaces de sentar juntos a Dios y al mismísimo Diablo
para, con ellos, sacar una iniciativa conjunta. En los últimos seis
años, y a pesar de la guerra entre "espurios" y "legítimos", los dos
priistas sentaron juntos a azules y amarillos, para pactar con el PRI.
Todo lo anterior, sin olvidar que gracias a Beltrones y a Gamboa, el
Congreso no se convirtió en escenario de guerra el 1 de diciembre de
2006, cuando a la toma de posesión de Felipe Calderón, los partidos de
las izquierdas llevaron bombas molotov, para impedir que protestara el
cargo de Presidente de los mexicanos, el "espurio Calderón".
Segundo, que en las filas del PAN, empiezan a alinearse los astros en
dirección a lo que buena parte de los azules consideran su
responsabilidad fundamental; la alianza con el PRI. Es decir, que a
partir de su historia fundacional, el PAN se propuso como principio
ideológico, el de ser una oposición leal y propositiva.
Pero, además, desde las elecciones de 1988, el PAN estableció como
diseño estratégico, una alianza política y legislativa con el PRI, a fin
de empujar reformas electorales, cambios constitucionales y acuerdos
políticos que, en su momento, derivaron en una suerte de cogobierno. De
hecho, esa ruta estratégica le permitió al PAN acceder al poder
presidencial, en el año 2000.
Todo indica que los azules desecharon el despropósito empujado por su
jefe nacional, Gustavo Madero, quien amagó con pactar una alianza loca
con el PRD, a fin de impugnar toda la elección presidencial. Lo cierto
es que, en el fondo, Madero intentó chantajear y elevar el costo de su
postura política, en espera de una moneda de cambio que, al final,
consiguió.
En otras palabras, que el PAN camina en dirección a un acuerdo político,
en donde el Presidente Felipe Calderón tendrá una presencia hegemónica a
través de meter, como líderes parlamentarios, a dos de los suyos. Uno
de ellos prácticamente está cantado, y se llama Ernesto Cordero, otrora
delfín presidencial de Calderón. El jefe de los diputados aún no se
decanta, pero son muchas las voces que insisten en que podría ser José
González Morfín, un políticoreconocido por su sensatez y capacidad
negociadora, identificado con más de un grupo político.
De confirmarse lo que parece un hecho en el PAN -que políticos
vinculados con Calderón serán los jefes del Congreso-, también se
confirmará que el PRI y el PAN –además de otros partidos emergentes-,
empujarán los cambios y reformas que reclama la modernización del País.
¿Y qué importancia tendría la alianza PRI-PAN, y las eventuales reformas?
Que tricolores y azules serían vistos como partidos responsables,
propositivos y preocupados por los ciudadanos, en tanto que el PRD y las
izquierdas se quedarían rezagadas como el malo de la película, con
escasas posibilidad de aspirar al poder presidencial en 2018.
Por eso, en el PRD ya planean dejar solo a AMLO y, por lo pronto, negocian sumarse a la alianza PRI-PAN. Al tiempo. |
No comments:
Post a Comment