Thursday, August 9, 2012

China zanja en siete horas el controvertido juicio a la esposa de Bo Xilai


Una imagen de la televisión china que muestra a Gu Kailai, esposa del exdirigente Bo Xilai, en el juicio. / CCTV (AFP)
Pekín
China ha celebrado, en tan solo un día, uno de los juicios más sensibles de las últimas décadas, en el que se mezclan política, poder y dinero. Gu Kailai, una abogada de 53 años, esposa del exdirigente comunista Bo Xilai, se sentó en el banquillo, acusada del asesinato por envenenamiento, en noviembre pasado, del ciudadano británico Neil Heywood, con el que tenía una disputa sobre “intereses económicos”. Un portavoz del tribunal aseguró que Gu no había mostrado objeciones al cargo de que mató a Heywood. La vista concluyó sin veredicto, aunque se da por descontado que será declarada culpable.
El juicio se celebró a puerta cerrada y sin presencia de prensa internacional en Hefei (capital de la provincia de Anhui), aunque las autoridades permitieron la entrada de dos representantes diplomáticos del Reino Unido. Docenas de policías acordonaron la sede del tribunal.

Según partes del relato oficial del juicio, Gu atrajo a Heywood a la ciudad de Chongqing, donde Bo Xilai era entonces secretario del Partido Comunista Chino (PCCh). Para ello, envió a un ayudante, Zhang Xiaojun, a buscarle a Pekín, donde vivía el hombre de negocios británico. Una vez en su hotel en Chongqing, Gu va a visitarle a la habitación, bebió alcohol y té con él, lo emborrachó y lo envenenó. Era la noche del 13 de noviembre de 2011. Según el texto, lo mató porque pensó que Heywood “había amenazado la seguridad personal” de su hijo Bo Guagua. No ha trascendido de qué tipo de amenaza se trató.
“Después de que Heywood se emborrachó, vomitó y pidió beber agua, ella tomó el veneno preparado de antemano que había pedido a Zhang que le llevara, lo vertió en la boca de Heywood y causó su muerte”, señala la transcripción. “Bogu Kailai (nombre oficial de la acusada) y Zhang Xiaojun utilizaron un medio brutal para cometer un asesinato, y los hechos del crimen están claros y respaldados por amplias evidencias”, dice el texto, que añade que Gu es la principal culpable y Zhang, el cómplice.
Tang Yigan, subdirector del tribunal, explicó tras el juicio que el abogado de Gu Kailai argumentó que Heywood tuvo parte de responsabilidad en las causas del crimen, aunque no dijo por qué, informa Associated Press. Tang afirmó que la defensa dijo que Gu tenía un control de sus acciones “menor de lo normal” en el momento de la muerte de Heywood, y que había facilitado información sobre delitios cometidos por otros, aunque no dio más detalles.
Tang añadió que el tribunal estudiará las evidencias y los argumentos de ambas partes, y emitirá un veredicto en una fecha que será anunciada posteriormente. Los diplomáticos británicos declinaron comentar el caso antes de comenzar la vista. Los acusados suelen ser juzgados y sentenciados muy rápido en China. El país asiático carece de un sistema judicial independiente; los magistrados son nombrados por el partido.
Un grupo de periodistas espera fuera de la corte donde se efectuó el juicio contra Gu Kailai. / PETER PARKS (AFP)
El juicio se enmarca en uno de los mayores escándalos que vive el país desde las luchas internas en el Partido Comunista Chino (PCCh) durante las manifestaciones a favor de la democracia de la plaza Tiananmen (1989). Bo Xilai fue destituido como secretario del PCCh en la municipalidad de Chongqing a mediados de marzo, y el 10 de abril –el mismo día que su esposa fue acusada del “homicidio intencionado” de Heywood- fue expulsado del Politburó del PCCh, órgano integrado entonces por 25 miembros.
La caída de Bo, de 63 años, ha sido interpretada como el resultado de una lucha de poder entre las distintas facciones del partido en los meses previos a la celebración del XVIII Congreso del PCCh en otoño, en el que será renovada la cúpula dirigente, algo que el Gobierno ha negado rotundamente. Bo -un político carismático, ambicioso y populista- era considerado un claro candidato a entrar en el Comité Permanente del Politburó, en el que se prevé que sean sustituidos siete de sus nueve miembros.
La culpabilidad de Gu Kailai parecía estar decidida bien antes del juicio. “Los hechos del crimen de los dos acusados están claros y las evidencias son irrefutables y sólidas”, dijo a finales de julio la agencia oficial Xinhua. Los dos abogados de Gu han sido designados por el Estado.
Gu confesó durante su detención que asesinó a Heywood y cometió “crímenes económicos”, según ha publicado esta semana la prensa de Hong Kong. Podría ser condenada a muerte, aunque lo más probable es que esta hija de la aristocracia comunista sea sentenciada a cadena perpetua o una pena larga de cárcel. Según algunos analistas, probablemente haya llegado a un acuerdo con los fiscales para evitar la sentencia máxima.
Diversas informaciones que han ido surgiendo en los últimos meses aseguran que Gu Kailai se enfrentó a Heywood, quien era un viejo amigo de la familia, por dinero. La prensa británica afirma que Gu pidió a Heywood que le ayudara a sacar de China una gran suma ilegalmente y, cuando ella se negó a pagarle la elevada comisión que él pedía dado el tamaño de la transacción, el británico amenazó con desvelar el plan. La abogada decidió entonces asesinarle. El cuerpo de Heywood fue encontrado en la habitación del hotel de Chongqing el 15 de noviembre. La policía dijo entonces que había fallecido de un ataque al corazón por una intoxicación etílica. El cadáver fue incinerado a los pocos días sin autopsia previa.
Fuentes policiales dijeron inicialmente a la agencia Reuters que Gu envenenó a Heywood por una disputa sobre una transacción financiera ilegal que quería que el británico le ayudara a realizar, y retrataron a la abogada como una esposa avariciosa que se dedicaba a utilizar las conexiones de su marido para hacer dinero. Pero luego, cuando Gu fue imputada, la acusación formal apuntó a motivos personales. Gu argumentó que Heywood había amenazado y puesto en peligro su seguridad y la de su hijo; un factor que podría servir como atenuante y ayudar a evitar la condena a muerte y el consiguiente enojo de los seguidores de Bo Xilai en el partido, que creen que el político es víctima de una conspiración.
Bo Guagua, de 24 años, ha roto el silencio esta semana. “Dado que soy citado como un factor motivador de los crímenes de que se acusa a mi madre, ya he enviado mi declaración como testigo”, asegura en un correo electrónico dirigido a la cadena de televisión estadounidense CNN. “Espero que mi madre tenga la oportunidad de examinarla. Tengo fe en que los hechos hablen por sí mismos”.
Bo Guagua se ha graduado este año en la Universidad de Harvard y se cree que sigue en Estados Unidos. No está claro de qué forma Heywood pudo suponer una amenaza para el joven, a quien ayudó en su día a entrar en el exclusivo colegio británico Harrow y más tarde en la Universidad de Oxford.

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