Los muertos sin nombre, la deuda pendiente de México
Los cuerpos de 43 hombres y seis mujeres continúan en una morgue
de Monterrey donde están marcados con las iniciales N.N. ¿Por qué
todavía no fueron identificados?
Pero dos meses después, las autoridades
no han identificado a una sola víctima. Los 49 cuerpos, decapitados y
sin manos ni pies, arrojados en la carretera de Nuevo León, parecen
ahora destinados a una suerte cada vez más común en la guerra de México
contra las drogas: quedar para siempre anónimos, engrosando las filas de
los muertos sin nombre.
Casi 16.000 cuerpos no han sido identificados, afirma la Comisión Nacional de Derechos Humanos ,
un organismo gubernamental autónomo. En total, 24.000 personas están
reportadas como desaparecidas. Mucha gente dice que la Policía del país
está simplemente abrumada por la cantidad de casos, pues lidia con malas
condiciones forenses y con la renuencia de algunos testigos y parientes
de víctimas a colaborar.
Ese aparente desinterés genera frecuentes
críticas de mexicanos cansados de la ofensiva gubernamental contra los
carteles de la droga, los cuales también pelean entre ellos. En total,
la violencia ha provocado al menos 47.000 muertos desde que el
presidente Felipe Calderón emprendió una campaña militar contra los
carteles a finales de 2006.
"El nivel de violencia que estamos
viviendo expresa el vacío de gobernabilidad y crisis seria de las
instituciones y revela que el Estado se ha corrompido", dijo Blanca
Martínez, del centro de derechos humanos Fray Juan de Larios en el
estado norteño de Coahuila en la frontera con Estados Unidos. Cientos de
personas han desaparecido en Coahuila desde 2009, cuando comenzó a
estallar la violencia en el noreste de México.
El nuevo descubrimiento de cadáveres
muestra lo difícil que es identificar cuerpos mutilados. Aunque los 49
cadáveres no tenían cabeza, manos ni pies, la Policía les aplicó pruebas
genéticas y comparó los resultados, sin suerte, con centenares de
mexicanos que han sido reportados como desaparecidos.
Las autoridades capturaron a Daniel
Elizondo, el presunto cabecilla de una célula del hiperviolento grupo de
las drogas llamado los Zetas y le atribuyeron la atrocidad, pero
Elizondo y otros dos sospechosos arrestados en el caso no han dado al
parecer ninguna información que pueda ayudar a la policía. El Ejército
dijo que Elizondo afirma que alguien le entregó los cadáveres.
Los cuerpos de los 43 hombres y seis
mujeres continúan en una morgue en la ciudad industrial de Monterrey,
capital de Nuevo León, donde están marcados con las iniciales "N.N." que
significan "No nombre". Son identificados con números, dijo una vocera
de la Policía estatal. Las autoridades creen que los cadáveres son
indicios de un enfrentamiento más entre los Zetas y sus carteles
adversarios del Golfo y de Sinaloa.
Ahora depende del jefe de los
investigadores decidir cuánto tiempo permanecerán los cuerpos en la
morgue, para que luego sean envueltos en sábanas y enterrados juntos en
tumbas comunes de cementerios en la zona metropolitana de Monterrey,
dijo la portavoz policial, quien por protocolo no permitió que fuera
identificada con su nombre. Los cadáveres pueden quedarse en la morgue
un tiempo máximo de cuatro meses. Tradicionalmente, los mexicanos
sepultan a sus muertos en un lapso no mayor de 48 horas.
No comments:
Post a Comment