Con esto el analista está casi seguro de que un ataque demoledor 
conllevaría un auge patriótico en EE.UU. y de camino echaría por tierra 
las acusaciones de Mitt Romney 
 sobre la debilidad de la política exterior de Obama. Definitivamente 
Obama conseguiría una aplastante victoria en las elecciones 
presidenciales del próximo mes de noviembre. 
El principal argumento de Heilbrunn es que Mitt Romney  está centrando su campaña electoral en los debates sobre Siria e Irán. Desde siempre, las acciones militares de Israel
 han contado con el visto bueno previo procedente de Washington, al 
menos cuando éstas acciones afectaban al ámbito de los intereses de 
EEUU. Sin embargo, Romney ha prometido a Israel el derecho a veto en una
 posible acción militar, o lo que es lo mismo, que si gana las 
elecciones dejará al Primer Ministro israelí hacer lo quiera en el 
asunto de Irán. 
También el consejero de Romney para Oriente Medio, Dan Senor, declaró 
durante su reciente visita a Israel que Romney apoya la idea de un ataque contra Irán.
 Por una parte, Obama no se ha alejado mucho de la idea de via libre a 
Israel en temas de guerra. Pero el mandatario estadounidense no es igual
 de obstinado en la idea de destruir cuanto antes el potencial nuclear 
de Irán. Sin embargo, mientras que Netanyahu intenta dar la impresión de
 liderar el posible ataque contra Irán y agiliza sus 
preparativos para la guerra, la administración de Obama intenta lo 
imposible para disuadir a Israel de llevar a cabo una acción en 
solitario por su cuenta. 
Un signo de esta política fue la reciente visita del Secretario de 
Defensa estadounidense, Leon Panetta, quien hizo énfasis en las 
sanciones. El analista estadounidense opina que en medio de los 
llamamientos de Romney a tomar “cualquier medida” para detener los 
esfuerzos “nucleares” de Irán, Obama podría retrasar las acciones contra la República Islámica para asestar el golpe en octubre. 

 
No comments:
Post a Comment