Friday, August 10, 2012

Otro escenario

Otro escenario

Para quienes temen el regreso del dinosaurio, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa no van a ser las figuras que los hagan cambiar de opinión en su imagen de Peña como un viejo priista, envuelto en traje de joven.

Ana Paula Ordorica
Cuando arrancó la campaña presidencial, Enrique Peña Nieto se perfilaba como el claro ganador de la elección del primero de julio. Tan clara era la ventaja que quien se encontraba en tercer lugar en las preferencias electorales, AMLO, llegó a decir que Peña veía en la campaña un mero trámite para llegar a Los Pinos.

El resultado fue, efectivamente, el triunfo de Peña Nieto. Pero el escenario es otro completamente. Su triunfo viene acompañado de una situación mucho más compleja y delicada, incluso que la que enfrentó el presidente Felipe Calderón con su apretado triunfo de 2006.
¿Por qué?
Primero que nada porque Peña Nieto no tendrá que lidiar solamente con un mal perdedor durante su sexenio como una fuerza antagónica. Además de tener a AMLO pidiendo repetir la elección, armando Expo Fraudes y dando a conocer decálogos para sustentar sus acusaciones, Peña tendrá que enfrentar a otros grupos opuestos mucho más dispersos.
Ahí estarán los antipriistas. Aquellos que sienten que el regreso del PRI a Los Pinos en automático nos lleva al año 1999 e incluso más atrás. Aquellos que ven el coletazo del dinosaurio en cada acción u omisión de Peña.
También estarán los movimientos como el #YoSoy132, que se harán sentir en los lugares en donde Peña se haga presente y en los que no para de cuestionar su triunfo electoral y sus acciones.
Además de estos grupos antagónicos, Peña tendrá que lidiar con una posición mucho más débil en el Legislativo.
En la Cámara de Diputados el PRI pasa de tener 242 diputados (más 22 del PVEM) a tener, en números preliminares, 207 diputados (33 para el PVEM). Menos diputados ahora que antes.
Pero también tendrá que ver cómo negociar con un PRD que pasa de 63 a 101 escaños en la Cámara baja y con un PAN sumamente fragmentado, dividido y poco claro en su agenda de 115 diputados.
La situación es muy lejana a esa mayoría que a veces se temía/quería, según las simpatías, que podría llegar a obtener el PRI. Otro escenario al de obtener las dos terceras partes del legislativo.
¿Cuál será el estilo de Peña para lidiar con este panorama completamente distinto al que, se veía, sería el que envolvería su triunfo electoral?
Tenemos pocas pistas. A Peña se le ha visto poco desde el primero de julio. Las acciones más sonadas desde entonces han sido el nombramiento de su equipo de transición, que sigue con Luis Videgaray a la cabeza. Un hombre que sin duda representa una cara nueva y joven del PRI.
Pero a esa acción le vinieron los nombramientos de viejos leones en la Cámara de Diputados y Senadores como coordinadores: Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa.
Ambos tienen todas las credenciales legislativas para ese encargo, pero es un hecho que para quienes temen el regreso del dinosaurio no van a ser las figuras que los hagan cambiar de opinión en su imagen de Peña como un viejo priista, envuelto en traje de joven.

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