Thursday, August 9, 2012

Rajoy aún puede verse forzado a buscar ayuda

Por NICHOLAS HASTINGS

El presidente del gobierno español no debería estar tan tranquilo.
Ciertamente, Mariano Rajoy se muestra ahora reticente a buscar un rescate soberano, cuando apenas termina de arreglar un paquete de ayuda para los bancos con los vecinos más ricos de España.
Buscar ahora un rescate soberano, tras haber insistido en retiradas oportunidades que no era necesario, provocará un daño político mayor y reducirá aún más su credibilidad.
Sin embargo, de la manera en que se están desarrollando las cosas, Rajoy no tiene opción.
Tampoco Mario Draghi le hizo la vida más fácil a Rajoy el jueves pasado. Por el contrario, el presidente del Banco Central Europeo acumuló más presión sobre él.
Primero, Draghi no dio detalles de cómo el banco central lograría una reducción de los costos de endeudamiento de España. Y segundo, dejó en claro que cualquier programa de compras de bonos lanzado para ese fin solo se produciría una vez que España realice un pedido formal de ayuda.
imageBloomberg
Mariano Rajoy
La reacción del mercado a los comentarios de Draghi fue positiva en general. Aunque a Draghi aún se lo ve batallando con los políticos sobre cuán lejos puede llegar el BCE, los inversionistas están sintiéndose un poco más cómodos con que la autoridad monetaria europea siga determinada a proporcionar financiamiento para asegurar la restauración de su denominado "mecanismo de transmisión monetaria". En otras palabras, que el relajamiento monetario del banco central se filtre hacia la economía real.

Todo esto ayudó a que el euro repuntara desde sus recientes mínimos y, en el caso de España, que los rendimientos de sus bonos a 10 años retrocedieran por debajo del 7%, un nivel considerado insostenible.
Pero esos movimientos difícilmente sugieran una reversión de la confianza del mercado. La apreciación del euro podría estar más asociada con coberturas cortas debido a que las posiciones cortas especulativas en la moneda única siguen estando demasiado altas.
Sin embargo, el presidente del gobierno español, y por caso el ministro de Economía de ese país, parecían no estar apurados por conseguir un rescate soberano.
Rajoy dijo que espera a ver qué medidas tiene el BCE bajo la manga antes de tomar cualquier decisión de pedido de ayuda.
Su ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo que como España ya cubrió el 70% de sus necesidades de financiamiento para el año, el país no está bajo presión para buscar ahora ayuda adicional.
No obstante, los comentarios de los dos funcionarios no reconocen el poder de los mercados de tomar esas decisiones por ellos.
Si el BCE no está a la altura de las expectativas en las próximas semanas, obteniendo el respaldo político que necesita para una renovada compra de bonos, y si los mercados ven que España no está apurada en buscar más ayuda, la ya limitada escalada del euro y la caída en los rendimientos de los periféricos tendrán un final anticipado.
En tanto los costos de endeudamiento de España y otros deudores periféricos comiencen a crecer nuevamente y el euro vuelva a caer, el presidente del gobierno español no tendrá más opción que buscar un rescate.
Para ese entonces, no solo será una cuestión de que Rajoy trate de impedir que los costos de endeudamiento de España trepen nuevamente hacia niveles insostenibles, sino de evitar que la crisis de la deuda llegue hasta Italia.

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